miércoles, 10 de enero de 2018


Alohaa queridos y queridas😊

¿Qué tal va la semana? ¿Fría? Como supongo que la respuesta de much@s ha sido un claro “si”, solo me queda esperar que tengáis un buen abrigo a mano y una manta y un libro para gozar de esos momentos, que a mi me gusta llamar “ratitos de calor hogareño” 😊.

Hoy he decidido dedicar la entrada, a algo que personalmente me está siendo muy útil en mi día a día, y en especial estos días de frío; el ungüento o pomada de Caléndula.

Se que más allá de hablar sobre la Caléndula en los diversos apartados del blog (jabones, pomadas…), hace tiempo ya hice una entrada sobre esta anaranjada flor y sus virtudes, no obstante, hoy quería volver a mencionarla, pero más concretamente sus beneficios aplicándola cómo pomada.

Su uso tópico se recomienda en caso de dermatitis, inflamación de las mucosas y cicatrización de lesiones. Los alcoholes terpénicos y los flavonoides destruyen diversas bacterias, virus y hongos, y además tienen un efecto antiinflamatorio.

Todo esto hace que esta pomada, pueda sernos de ayuda en diferentes situaciones: heridas, quemaduras, dermatitis o pieles especialmente sensibles, golpes

Concretamente, en mi caso, me está siendo de gran ayuda en las manos, ya que se me suelen hacer pequeñas heridas con el frío, y gracias a la Caléndula, estoy pasando el invierno sin apenas tener ninguna.

Pues por hoy ya os voy a ir dejando, esperando que la información sobre la Caléndula os pueda ser de gran ayuda, ya que en mi la pomada de esta flor nos puede ser de gran ayuda en más de una situación. A su vez, comentaros que la información que he citado en esta entrada sobre sus beneficios y acciones está sacada de un libro llamado “La farmacia verde” (más información en bibliografía) el cual es considerado como un referente en fitoterapia.

Un abrazo muy fuerte y gracias por estar ahí 😊.




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